Silencio, mientras Religión acababa de incorporarse, observar a su alrededor y fijar a su blanco objetivo.
-¡Míralo! -el rugido de Sever golpeó todas las colinas, ahora escombros.
Y lo miré, le hice caso porque tenía razón. Y grité lo que deseaba, porque eran débiles, ¡débiles por no comprenderme! Daba igual que Calavera hubiera intentado suicidarse antes, ¡daba igual que la autoestima de Roxanne en aquel momento fuera frágil! Me traicionaron y grité lo que les dolía, porque estaba dolido... porque... ¡maldita sea, yo era fuerte, no era...!