19 de abril de 2015

Piezas.


Tan ciego como vivir lleno de ideas, tan impotente como la pólvora mojada, veía los días hacerse negros, y era su culpa tornada en rabia. Era su culpa... Era la muerte, era la rabia.

-¡Traidor!

Sus ojos eran negros, como la noche y es que eran lo mismo.

-¡Asesino!